El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reducido sus estimaciones de crecimiento económico para los países emergentes en 2025, destacando que las condiciones de financiamiento más estrictas y una notable escasez de capital para inversiones podrían afectar gravemente a las naciones en vías de desarrollo. Esta revisión se presenta en un contexto donde las tensiones comerciales y políticas continúan complicando la recuperación global tras la pandemia y la guerra en Ucrania.
Entre las causas de esta desaceleración se encuentran los nuevos aranceles implementados por la administración anterior de Estados Unidos y la creciente incertidumbre política. El FMI advirtió que los riesgos siguen firmemente inclinados a la baja, lo que agrava las preocupaciones sobre el futuro económico de las economías emergentes.
Proyecciones de Crecimiento para Economías Emergentes
Según el informe de Perspectivas de la Economía Mundial, se espera que las economías emergentes crezcan un 3,7% en 2025 y un 3,9% en 2026, lo que representa medio punto porcentual menos que lo proyectado en enero. Este pronóstico sugiere una fuerte desaceleración respecto al crecimiento estimado del 4,3% para 2024.
Impacto en México y China
México es uno de los países más afectados por esta revisión, con el FMI reduciendo su pronóstico de crecimiento en 1,7 puntos porcentuales, anticipando incluso una contracción del 0,3% del PIB. Por su parte, China también ha sufrido un ajuste negativo de 0,6 puntos para 2025, en parte debido a las tensiones comerciales con Estados Unidos.
En contraste, Rusia ha registrado una leve mejora en su proyección para 2025, con un crecimiento estimado del 1,5%, aunque este sigue siendo significativamente inferior al 4,1% alcanzado el año anterior.
Desafíos Fiscales y de Deuda
El FMI también ha señalado que muchas economías emergentes enfrentan un espacio fiscal mucho más restringido que hace diez años, en un contexto de aumento de los pagos por servicios de deuda. La resiliencia demostrada por muchas grandes economías de mercados emergentes puede ponerse a prueba a medida que el servicio de los altos niveles de deuda se vuelve más difícil en condiciones financieras globales desfavorables, indica el informe.
A pesar de que algunos países lograron financiarse en condiciones favorables durante la pandemia, ahora deberán refinanciar esas deudas en un entorno menos benévolo, lo que podría incrementar significativamente sus tasas efectivas.
La falta de financiamiento concesional y para el desarrollo podría agravar aún más la situación de los países de bajos ingresos, obligándolos a realizar ajustes fiscales más severos o a asumir más deuda, lo que tendría consecuencias negativas tanto para el crecimiento como para el nivel de vida.
En resumen, el panorama económico global se presenta incierto, con el FMI advirtiendo sobre las dificultades que enfrentarán los países emergentes en los próximos años. Es un momento crítico que requiere atención y acción para mitigar los efectos adversos de esta situación.
